Repensando el Estado de Bienestar en el siglo XXI (18º Congreso Mundial de Renta Básica)
Tampere (Finlandia) acogió durante los días 24, 25 y 26 de agosto el decimoctavo Congreso Mundial de Renta Básica, organizado por el Basic Income Earth Network, (red mundial de Renta Básica, de la que soy miembro y que es más conocida por sus siglas en inglés: «BIEN»). Gracias a la aceptación del paper que propuse hace unos meses a la organización del Congreso, pude participar como ponente, presentando una pequeña parte del trabajo publicado por la Cátedra ACAL Ciudad Sostenible a finales de 2017.
El tema del Congreso de este año tenía que ver con la Renta Básica y el Nuevo Universalismo así como la necesidad de repensar el Estado de Bienestar en el siglo XXI. Como indica la organización del Congreso, los estados de bienestar durante el siglo XX fueron efectivos a la hora de reducir la pobreza y construir sociedades en las que prevalecieran políticas tendentes a lograr la igualdad de oportunidades. Hoy, sin embargo, nuestras sociedades son más desiguales y reflejan más las estructuras del pasado que las del futuro.
El interés por la Renta Básica ha crecido recientemente desde muy distintos ámbitos -político, periodístico, académico…- aunque esta idea, realmente, tiene poco de novedosa. Ahora bien, a día de hoy, este interés va acompañado de iniciativas concretas para estudiar la posible implementación de la Renta Básica en distintos países y son varios los proyectos piloto y experimentos que se están llevando a cabo en distintos países del mundo. El Congreso reunió a académicos, activistas, juristas, economistas, políticos, empleados públicos y demás interesados, que pudimos compartir conocimiento, investigaciones y experiencias sobre Renta Básica.
El programa del Congreso era muy ambicioso, con más de 150 ponencias y la participación de más de 300 personas provenientes de todo el mundo. Desde juristas de Korea del Sur a investigadores universitarios de Europa, pasando por cargos públicos de Estados Unidos, integrantes de organizaciones no lucrativas de Sudáfrica y economistas australianos. El Congreso contó, por primera vez, con un festival de cine en el que se proyectaron una docena de producciones de todo el mundo relacionadas con la Renta Básica.
Asistí a la inauguración del Congreso, a cargo de la ex presidenta de Finlandia, Tarja Halonen. Concluyó su intervención haciendo mención a algo tan simple -pero tan importante- como que la vida no es siempre justa, así que ese era el motivo por el que estaba allí, en el Congreso, intentando hacer de ella algo mejor. La siguió Philip Alston, relator especial sobre extrema pobreza de Naciones Unidas, que se ocupó de la ponencia «Should we frame Basic Income as a Human Right» (¿Deberíamos enmarcar la Renta Básica como un Derecho Humano?). Alston se refirió a la Renta Básica como la solución utópica que, de una vez, han de adoptar los gobiernos, puesto que retocar los bordes del sistema actual ha demostrado no funcionar («utopian solutions are the only option at this stage»).
Pudimos hablar de los costes de la Renta Básica, de los proyectos piloto y experimentos en marcha en la actualidad, de lo obsoleto que ha quedado el concepto de trabajo y empleo mantenido por los sindicatos tradicionales, de las particularidades que presenta la implantación de la Renta Básica para las personas con discapacidad, las modificaciones en el comportamiento que puede producir la Renta Básica… Siendo el tema sobre el que giraba el Congreso el Estado de Bienestar, fueron numerosas las ponencias y discusiones acerca de la Renta Básica como la pieza que falta en el puzzle. Louise Lhaagh afirmó que la Renta Básica necesita al Estado de Bienestar, y viceversa. En efecto, es unánime entre los participantes en el Congreso la defensa del Estado de Bienestar, no debiendo ser la Renta Básica una excusa para su desmantelamiento; de suerte que no es posible la implementación de una medida de esta naturaleza sin la existencia previa del Estado de Bienestar. Asimismo, en el Congreso se puso de relieve la necesidad del Estado de Bienestar de reconducir sus objetivos: del pleno empleo a la plena cobertura de ingresos. Y ello en tanto que el empleo, al contrario de lo que sucedía hasta hace una década, no asegura ingresos que proporcionen un nivel de vida adecuado.
En el Congreso pudimos escuchar en varias ocasiones a Guy Standing, economista e investigador británico, quien sostiene que la implantación de la Renta Básica es una cuestión meramente política, de asignación de recursos, en tanto que todos los estudios llevados a cabo evidencian la viabilidad económica de la medida.
También se habló de la reciente cancelación del proyecto piloto que había dado comienzo en Ontario (Canadá) en la primavera de 2017. La profesora Evelyn Forget, quien redescubrió los experimentos de Renta Básica llevados a cabo en Canadá en los años 70, se ocupó de explicar las graves consecuencias que está teniendo ya a día de hoy la noticia entre las personas que formaban parte del proyecto. Asimismo, se ocupó de explicar los resultados de sus últimas investigaciones acerca de la estrecha relación que existe entre la mala salud y alimentación y la insuficiencia de ingresos.
Durante la última jornada del Congreso, dentro de una mesa dedicada al Derecho a la Renta Básica, que tuve el placer de compartir con Thiago Rocha, presenté la ponencia «Does the right to Basic Income already exist? An overview of the European and Spanish legal framework» (¿Existe ya el derecho a la Renta Básica? Un repaso al marco legal europeo y español, disponible aquí). Hablé de la normativa internacional y europea que ampara el derecho de todas las personas a una vida digna y un reparto equitativo de la riqueza. Siendo estos dos objetivos los propios de una medida como la Renta Básica, existe soporte legal para hacer efectivo este derecho. La presentación analizaba también la Sentencia del Tribunal Constitucional alemán que en el año 2010 declaró la inconstitucionalidad de un programa de prestaciones asistenciales cuyas cuantías no permitían a las familias demandantes vivir dignamente. Si quieres leer el paper completo, puedes encontrarlo aquí. En definitiva, lo que pretendí fue ofrecer los argumentos legales que permitirían defender jurídicamente el Derecho a la Renta Básica, con el ordenamiento existente en la actualidad.
La motivación detrás de este paper tiene que ver con el hecho de que lo más común es encontrar análisis acerca de la Renta Básica desde una perspectiva económica y/o filosófica. Sin embargo, no es tan común el análisis jurídico. No obstante, este paper forma parte de un trabajo mucho más amplio que hizo posible la publicación de la monografía «La conveniencia social y la viabilidad económica de la Renta Básica: el caso de un municipio de 40.000 habitantes (Alcantarilla, Murcia)«. En este trabajo, recordemos, calculé cuánto gastaron las administraciones públicas en atender las necesidades más básicas de las personas en el año 2016, y utilicé esa cantidad para analizar si era posible financiar con ello una Renta Básica. La conclusión fue que sí. Por otro lado, el estudio proporciona información detallada acerca de las prestaciones asistenciales existentes en España, analiza un Centro de Servicios Sociales y pone de relieve cuáles son los aspectos que el sistema actual no soluciona. Todo ello invita a reflexionar acerca de la posibilidad de poner en marcha medidas como la Renta Básica, en tanto que la realidad lo que nos muestra es que la pobreza es muy cara. Quizá las orientaciones no deban ir tanto en el sentido de si podemos permitirnos una Renta Básica, sino más bien si pueden nuestras sociedades seguir adelante sin ella.
Si quieres saber más acerca de lo que ocurrió en el Congreso, echa un vistazo al hashtag #BIENCongress2018 en twitter.
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