La cumbre de los gobiernos locales europeos de Barcelona
Antes del moderno invento de los estados nación, la cohesión de los territorios, en Europa, se hacia a través de las ciudades; la ciudad era el punto de encuentro entre iniciativas y conocimientos; las ciudades competían entre si y también cooperaban con alianzas entre sus gentes y sus empresas; la ciudad hacia libres a los siervos que abandonaban a su señor feudal dándoles oportunidades.
Con el tiempo, el estado, que acumuló el poder que quitó a los territorios que integraba, resultó ser muy grande para los pequeños problemas de los ciudadanos y a la vez, se mostró pequeño para los grandes problemas. Ahora se mira a las ciudades como elementos de estructuración y cohesión de territorios y ciudadanos, para desde ahí, afrontar los problemas globales a los que se enfrenta Europa, tales como la inmigración, la crisis económica, el crecimiento sostenible, el medio ambiente, el desarrollo del conocimiento, la generación de empleo de calidad y la lucha contra la exclusión.
Con esta idea, las instituciones de la UE pretenden poner en marcha el reciente tratado de Lisboa, en el que una de sus iniciativas mas importantes es el desarrollo de una nueva gobernanza local en la que, con un mayor grado de desarrollo de la acción del gobierno local, se pueda dar a la ciudad un mayor protagonismo en la solución de los problemas de Europa.
La cumbre de Barcelona de gobiernos locales es una iniciativa del Gobierno español, que ostenta la presidencia de la UE, para impulsar los planteamientos del tratado de Lisboa. Gobiernos locales y ciudades en red para una nueva Europa. Al congreso se han inscrito mas de mil personas de 42 países diferentes y han expuesto sus opiniones mas de 80 personalidades. Se han repetido muchas declaraciones de principios en torno a la importancia de acercar la toma de decisiones a los problemas, al principio de subsidiaridad y, en definitiva, al hecho de que a medio plazo, en un contexto urbano en el que casi el 80 por ciento de la gente vivirá en ciudades o áreas urbanas, las oportunidades de los ciudadanos van a tener que ver fundamentalmente con lo que su ciudad ofrezca, en un entorno muy competitivo por captar empresas, capitales, talentos y otros recursos capaces de crear sinergías frente a otras ciudades o territorios. Con esta previsión, es muy difícil que la UE salga de la crisis de manera uniforme.
En el terreno de las estrategias concretas de gobierno, quizá una de las mas importantes es la que puso de manifiesto Jorge Sampaio, ex-alcalde de Lisboa y alto representante de la ONU para la alianza de civilizaciones. Su planteamiento se basa en el hecho de que actualmente existen en el mundo alrededor de 200 millones de inmigrantes y unos 700 millones de personas tienen la firme voluntad de abandonar sus países, en busca de un futuro mejor. Frente a este hecho no hay mas remedio que gobernar la diversidad y lograr una armonía en la mezcla cultural de las ciudades. Ver en la diversidad cultural una oportunidad y conseguir una cohesión social a través del empleo, la prestación de servicios y el sentimiento de pertenencia. Si un gobierno no es capaz de cohesionar, aparecerá la violencia y los enfrentamientos y no será posible arreglar el problema con policía. Las ciudades serán inhabitables.
Por otra parte esta el problema demográfico de Europa y el fracaso de políticas para la maternidad. En torno a este asunto se han sucedido tres intervenciones de distinto signo pero convergentes.
- Primero la del alcalde de Stuttgart, una de las ciudades mas prosperas de Alemania y tan competitiva como los coches que fabrica: Mercedes Benz. Esta ciudad tiene un 30% de población inmigrante. El exito de sus sucesivos gobiernos es una apuesta decidida por el empleo y el desarrollo economico, junto a programas de integración y de participación en la diversidad cultural. Reconoce que su ciudad es segura por la tolerancia.
- Otro de los politicos que han repetido exitosamente sus mandatos es la alcaldesa de Gijón, Paz Fernandez, que confiesa destinar casi el 14% del presupuesto local a politicas activas de empleo, pero reconoce no saber que ocurrirá en el futuro en su ciudad, ya que el indice de natalidad de la zona es el mas bajo de la UE y apenas recibe inmigracion. Plantea como principal problema de este mandato el empleo y sabe que si su ciudad no es atractiva para captar iniciativas, no hay forma de salir adelante, por mas parques que construyas con el Plan E.
- La ultima visión la aportó el alcalde de Dakar, que explicó como a la gente de su ciudad, que vivia básicamente del mar, despues de que las flotas de de paises desarrollados hayan esquilmado sus caladeros, no les cabe otro remedio que utilizar los antiguos barcos de pesca para intentar alcanzar las Islas Canarias.
De manera que, en torno al empleo, la armonía entre la identidad y la diversidad y la cohesión social, habrá que orientar las políticas de futuro de los gobiernos locales. Del éxito o fracaso de estas estrategias resultarán territorios y ciudades prosperas y poderosas o ciudades pobres e inhabitables.
Esto que en Europa es una reformulación de lo obvio y de nuestros orígenes, fue abandonado por un todopoderoso y benefactor estado que se debía ocupar de todo, en la uniformidad. Sin embargo, en otras áreas del mundo con las que Europa tiene que competir y encontrar su espacio, como Asia o USA, esto no es así. El alcalde de Ho Chi Minh, en su intervención, dejó bien claro que las oportunidades de sus ciudadanos dependían de las estrategias del gobierno de la ciudad.
Cuando toca entrar a ver que reformas hay que abordar para que los gobiernos locales puedan, a través de la ciudad, conseguir los objetivos de lo que ha dado en llamarse el «veinte veinte» (2020) plasmados en el Tratado de Lisboa (crecimiento y empleo sostenible, ambientalmente y socialmente), se llega a la conclusión de que las reformas hay que hacerlas en clave del marco de cada estado con la carta de autonomía local europea delante. Pero básicamente se trata de:
- Un marco jurídico con competencias claras de lo local.
- Recursos suficientes para afrontar con solvencia lo que toca hacer.
En materia de finanzas públicas, la intervención del representante de la OCDE puso de manifiesto el peligro del camino emprendido hace años por gobiernos tanto de izquierdas como de derechas, de rebajas fiscales que plantean en la ciudadanía occidental una ecuación imposible, consistente en disponer de mas servicios pagando menos impuestos. En España, antes de la crisis financiera ya había una brecha muy importante en las rentas, un 15% de la ciudadanía estaba en situación de pobreza, ya había un peligro de exclusión. Para mantener los niveles asistenciales, los gobiernos van a tener que mirar, con triste ironía, hacia el tercer mundo para, igual que allí, movilizar el voluntariado, implicar a la ciudadanía y buscar capitales benefactores. En cuanto a los prestamos a pymes y ayuntamientos, la representante de la CECA para la EU, señaló la diferencia entre las cajas españolas que han asumido riesgos que no eran propios y ahora no pueden atender al crédito, frente a las cajas francesas o alemanas que están siendo quienes llevan el peso del crédito en estos momentos que los bancos no pueden hacerlo.
Para el calendario de reformas en España, desde el Gobierno han comprometido su palabra para someter a Consejo de Ministros la Ley de Gobierno Local antes de junio y, en paralelo, tratar la financiación local, de forma que a 1 de enero del próximo año haya un nuevo marco de financiación. Ahora bien, dada la situación en la que se encuentran los trabajos, esto no es fácil en absoluto; existe el peligro de que falte nervio político para hacer la reforma que es necesaria y, por contra, se hagan leyes solo para cumplir un compromiso mediatico, pero que dejen todo igual.
A estas alturas, sobre la que vendrá a sustituir la LRBRL, todavía no hay un texto. Se está trabajando sobre el anteproyecto de 2006. Vaya por delante que éste no clarificaba las competencias locales y desde el Ministerio de Política Territorial se ha obviado este asunto para entrar en cuestiones menores como competencias de órganos municipales, derechos de los concejales y derechos de los vecinos. Es más, con la interiorización que han hecho los Estatutos de Autonomía del Régimen Local, poco espacio le queda al Estado para aclarar la distribución de competencias.
Sin aclarar qué tienen que hacer los ayuntamientos, mal podemos hablar de la suficiencia financiera. Suficiencia para hacer ¿que?. De hecho, para la reforma de la financiación no hay ni siquiera libro blanco. Después de oír a los ponentes de Austria creo que lo sensato en la reforma de la financiación es que haya una parte que grave la riqueza inmobiliaria y otra parte que sea un tramo en figuras impositivas como la renta, el IVA o el impuesto de sociedades, amén de que entre el 50 o 60 por ciento provenga de financiación estatal y/o autonomía no condicionada o finalista. Esto abarataría los costes de gestión de la hacienda local y la simplificaría. Pero de esto no se ha oído ni una sola palabra desde el Ministerio de Política Territorial.
En definitiva, no sé si al final PP y PSOE se harán la foto con las nuevas leyes. De lo que si estoy seguro es de que, por desgracia, no habrá cambios que merezcan tal nombre.
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