La reforma municipal y el Proyecto de Ley de Gobierno Local

En noviembre del año pasado, desde el Gobierno, se anunció que dentro del programa legislativo prioritario, en  marzo entraría el Proyecto de Ley de Gobierno Local. Han pasado marzo y abril y como era de esperar, el proyecto no ha entrado a Consejo de Ministros. Era de esperar que así sucediera, cuando se hizo el anuncio, los que pertenecemos al mundo local sabíamos que no era el momento, en plena precampaña electoral, para que los partidos debatieran una ley tan importante. Hubo quien pensó que se produciria la toma en consideracion del proyecto. La propia FEMP se hizo eco de que así  sucedería.

Como ya dijimos en otra entrada de este blog, se corria el peligro de abordar un asunto tan importate como la regulación del régimen local, con la grave situación que están atravesando ahora los ayuntamientos, sin estar en disposición, los grandes partidos, de abordar con el calado y la profundidad que requieren, los problemas que realmente tiene el mundo local. Desde luego en el texto de 2006 ya tuvimos ocasion de señalar que no abordaba los problemas que existen y que simples retoques técnicos, sin nervio político, no lo arreglarían.

La semana pasada, el Vicepresidente Primero del Gobierno ha anunciado en la Comisión Constitucional del Congreso, que  un total de seis proyectos de ley «no verán la luz en este periodo de sesiones», se pospondrán hasta otoño, pese a estar previstos en el programa legislativo prioritario hasta junio de 2011 que el Ejecutivo aprobó en noviembre, entre ellos está el proyecto de la ley del Gobierno local, que obviamente a estas alturas del calendario ya había quedado aplazada hasta después de las elecciones municipales y autonómicas del 22-M por parte del Ministerio de Política Territorial.

Dejar para después de las elecciones locales (y ya veremos si para después de las elecciones generales) el Proyecto de Ley de Gobierno Local puede ser muy interesante para que pueda responder a las expectativas que se están generando desde distintos sectores políticos, sociales y económicos, y que la ocasión no quede solo para mayor gloria de algún que otro alto funcionario o jurista.

A finales del pasado mes de abril, el influyente Circulo de Empresarios, ha  publicado un estudio con el titulo Administraciones Territoriales:  propuestas para la mejora de la eficiencia y de la unidad de mercado, en el que hay un marco de análisis serio y un conjunto de propuestas muy oportunas, para generar un debate en torno al  nivel territorial municipal que, pese a la importancia  política que tiene para los ciudadanos, los partidos políticos no focalizan el debate  en  ese terreno, el de los servicios de proximidad, los servicios a las personas y en definitiva, el conjunto de prestaciones que se reciben del ayuntamiento.

En este estudio se plantean cuestiones tales como la conveniencia de reducir el numero de municipios, con el fin de encontrar un modelo adecuado para la eficacia en la prestación de los servicios. Se cuestionan las diputaciones provinciales ante el protagonismo alcanzado por las CCAA. Se proponen medidas de profesionalización de la función directiva, se aboga por la suficiencia financiera y se plantean medidas eficaces contra la morosidad que se pueden conseguir con mecanismos de compensación en materia tributaria ante distintas administraciones.

En esta misma linea, aunque a  mucha distancia cultural y política, desde la Fundación Alternativas,  el Informe sobre la Democracia en España, correspondiente al año 2009, plantea también la conveniencia de reconsiderar la cifra de los mas de 8.000 ayuntamientos que hay en España, de los que solo el 10 % superan los 10.000 habitantes.

En definitiva, se trata de estudios que nos permiten pensar que de la misma manera que ha habido distintas reflexiones sobre la Administración Estatal y Autonómica en estos treinta años de democracia, también para las ciudades ha llegado el momento de abrir una reforma de calado que se plasme en ese Proyecto de Ley de Gobierno Local, con suficiente fuerza y consenso político, que permita pensar sobre aspectos tales como ¿cual debe de ser el nivel municipal y cuantos municipios beben desaparecer en España?, ¿cómo debe de ser su forma de gobierno?, ¿cuántas personas han de elegirse?, ¿qué deben de hacer y cómo deben de financiarse? ¿tienen sentido distintos planes generales de urbanismo para ciudades que están materialmente unidas? ¿debe de haber gobiernos de base territorial, como las diputaciones, cuyos políticos no son elegidos directamente ?.

Como hemos señalado al principio, esta demora en la tramitación del Proyecto de Ley, puede venir muy bien para que pueda abrirse este debate, con la intensidad que merece. Desde luego es algo que  esta muy lejos de las posiciones continuistas que todavía mantiene el Ministerio de Política Territorial.

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